Mis pasos son lentos. Lo sé. Pero me acompañan los sueños, los creados con cimientos de intenciones. Si bien, el desaliento (la mueca) apareciera con el propósito de frenar mi ritmo, lo ignoraré y continuaré. Así pues, pese a no saber donde está la meta, miraré hacia el horizonte para proseguir mi rumbo: la vida.

jueves, 28 de julio de 2016

LA INMINENTE DESPEDIDA

Dicen que el roce hace el cariño, pero a éste, cariño lo que se dice cariño no lo tuve hasta bien pasado los años. El caso es que conservo contradictorios recuerdos. Por un lado, nunca fue mío a pesar que es mío. Tampoco me gustó su figura ni siquiera su color, pero viajamos juntos hasta el infinito. Incluso se portó conmigo bien pese a mi desprecio. Aunque no me quedó otro remedio que adoptarlo y hacerlo realmente mío hasta sus últimos días. Porque todo indica que el adiós está próximo y me temo que una seca indiferencia me invade y un pequeño, pequeñísimo resquicio de pena, ahora asoma.

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