Mis pasos son lentos. Lo sé. Pero me acompañan los sueños, los creados con cimientos de intenciones. Si bien, el desaliento (la mueca) apareciera con el propósito de frenar mi ritmo, lo ignoraré y continuaré. Así pues, pese a no saber donde está la meta, miraré hacia el horizonte para proseguir mi rumbo: la vida.

viernes, 22 de julio de 2016


                                                                Cuando bajo al sótano...

Dime que solo será pasajero, que pronto habrá espacios de luz y fragancias que evoquen la paz necesaria. Que se escondan los monstruos que conviven y acechan en la noche y de paso a la tan anhelada nana de mi madre y por fin dormir. Porque no hay sosiego en esta vida de retos y demostraciones, de celos y palabras cortadas, de herencias tremendas que estorban al paso, los sueños.
Dime amigo que tu mano me ayudará. Como ahora lo haces, a seguir de frente con la energía que me regalas sin condiciones. Déjame caer en tu hombro siempre que me derrumbe, como ahora caigo, rendida de luchar. Dame tu sonrisa que maravilla mi estancia, aquí en éste mundo que se desmorona.

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