Las plantas hablan, lo sé desde hace mucho. Yo solo me limitaba a colocarla con mucho cuidado en la mesita noche. Mientras, ella dormía. Así, la
flor se encargaba del resto; Le daba los buenos días; También se encargaba de colmarla de besos y lo que era más importante si cabe, decirle que la quería. Y sí, el
hibisco blanco le hablaba.
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