Mis pasos son lentos. Lo sé. Pero me acompañan los sueños, los creados con cimientos de intenciones. Si bien, el desaliento (la mueca) apareciera con el propósito de frenar mi ritmo, lo ignoraré y continuaré. Así pues, pese a no saber donde está la meta, miraré hacia el horizonte para proseguir mi rumbo: la vida.

domingo, 7 de agosto de 2016



Las plantas hablan, lo sé desde hace mucho. Yo solo me limitaba a colocarla con mucho cuidado en la mesita noche. Mientras, ella dormía. Así, la flor se encargaba del resto; Le daba los buenos días; También se encargaba de colmarla de besos y lo que era más importante si cabe, decirle que la quería. Y sí, el hibisco blanco le hablaba.

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