La vereda polvorienta me mansa. No quiero pensar, sólo contemplar el horizonte desigual. La montaña grande, la roca arrugada, volcán vigoroso que miras callado. Quiero olvidar lo ocurrido, ahora, sólo un momento. Agazaparme en la retama, en la lava vieja, en la nada.
Busco el silencio que me arrope, para mañana la fuerza sea mi aliada, para seguir, para continuar la tarea, vida esta, que a veces engaña y otras sorprende.
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