Me acordé de mi padre,
hoy en la mañana. Fue un pequeño instante y se hizo fugaz. Pero aquí, el lápiz, mi cómplice hace que sea eterno. En un saludo que hice, unos buenos días
sencillo. Entonces lo sentí, lo encontré en mi gesto, en mi hola, en mi
tranquila cara. La paz y la sonrisa serena, justo ahí, apareció. Como lo hacía
él, con elegancia.
Me acordé de mi padre,
hoy en la mañana en mi ademán lo vi.
Todo lo que se recuerda no muere,siempre como lo hacía el, con elegancia,lo recordaremos siempre.besos
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