Mis pasos son lentos. Lo sé. Pero me acompañan los sueños, los creados con cimientos de intenciones. Si bien, el desaliento (la mueca) apareciera con el propósito de frenar mi ritmo, lo ignoraré y continuaré. Así pues, pese a no saber donde está la meta, miraré hacia el horizonte para proseguir mi rumbo: la vida.

lunes, 17 de julio de 2017

Me acordé de mi padre, hoy en la mañana. Fue un pequeño instante y se hizo fugaz. Pero aquí, el lápiz, mi cómplice hace que sea eterno. En un saludo que hice, unos buenos días sencillo. Entonces lo sentí, lo encontré en mi gesto, en mi hola, en mi tranquila cara. La paz y la sonrisa serena, justo ahí, apareció. Como lo hacía él, con elegancia.

Me acordé de mi padre, hoy en la mañana en mi ademán lo vi.

1 comentario:

  1. Todo lo que se recuerda no muere,siempre como lo hacía el, con elegancia,lo recordaremos siempre.besos

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