Mis pasos son lentos. Lo sé. Pero me acompañan los sueños, los creados con cimientos de intenciones. Si bien, el desaliento (la mueca) apareciera con el propósito de frenar mi ritmo, lo ignoraré y continuaré. Así pues, pese a no saber donde está la meta, miraré hacia el horizonte para proseguir mi rumbo: la vida.

sábado, 5 de agosto de 2017

¿A quién no le ha pasado alguna vez, que una frase le traslada a un lugar o le recuerda a una persona? Lo sé, a ti muchas veces. Ayer me ocurrió a mí también. Fue en la página 135 de un librito de cuentos. Mientras me encontraba sumida en un relato mágico, porque Hermann Hesse tiene ese poder, lo puede experimentar. Me paré y la leí varias veces, como tengo costumbre cuando algo me impresiona y dice: “porque los árboles le parecían la encarnación de la placidez, de la fuerza y de la dignidad” Así que me recreé en tan bella observación que recordé inmediatamente a mi padre en ella.

Fuerte momento más agradable.

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