“Las comparaciones son
odiosas” y las frases tópicas y típicas también, pero recurro porque sí, porque
me viene “como anillo al dedo” Otra. La verdad que no estoy nada ocurrente y
eso quizás me quite puntos a los ojos de algún lector exigente, pero seguro que
habrá otro benevolente y pase por alto tremendas manoseadas frases. Pero vamos
a lo que me ha traído a mis paranoias.
La maternidad; palabra
que irrumpe en mi entorno directamente y a mi persona. Un acontecimiento que
por ahora no viene al caso, pero sí despertó el recuerdo de la mía. Antaña. He
podido saber y ver de primera mano que cuidan y protegen en el terreno laboral.
Los Riesgos Laborales. Además, los cuidados en el terreno sanitario, también. Incluso,
saber el sexo, debe ser una ventaja ¿No? ¿Ya no se regala prendas amarillas? Ese color neutro entre el azul y el rosa. Qué evocación.
Para contrastar hechos, yo
no supe si era Raquel o S... (no toca ahora el nombre) sino en el momento que
nació. O cuando dije en el trabajo, "estoy de buena esperanza” Por
supuesto, lo que me dieron fue puerta y unas palmaditas en la espalda. Cuando
lo cuento sorprende, sobre todo porque no tengo lo que se dice imagen de haber
vivido en las cavernas. ¿A qué no?
Afortunadamente hay cosas que han cambiado para bien, en éste caso por lo menos.
Pero el tiempo pasa rápido,
quizás demasiado. Lo sé muy bien.
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