Mis pasos son lentos. Lo sé. Pero me acompañan los sueños, los creados con cimientos de intenciones. Si bien, el desaliento (la mueca) apareciera con el propósito de frenar mi ritmo, lo ignoraré y continuaré. Así pues, pese a no saber donde está la meta, miraré hacia el horizonte para proseguir mi rumbo: la vida.

domingo, 21 de mayo de 2017

Me levanté hoy revoltosa con los pensamientos, claro que eso es casi siempre, pero hoy más. Y surgió una pregunta ¿Hay que estar agradecida siempre con alguien que una vez te extendió la mano cuando lo necesitaste? Por supuesto que sí. Asomó temprano, nada más despertarme. Se abrieron los ojos y apareció como un mosquito inesperado. Después brotó otra. Y si ya has pagado con creces ese favor ¿Debes seguir devolviéndolo?

Esto de liberar peso en la mochila tiene como consecuencia estas dudas.

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