Mis pasos son lentos. Lo sé. Pero me acompañan los sueños, los creados con cimientos de intenciones. Si bien, el desaliento (la mueca) apareciera con el propósito de frenar mi ritmo, lo ignoraré y continuaré. Así pues, pese a no saber donde está la meta, miraré hacia el horizonte para proseguir mi rumbo: la vida.

martes, 29 de noviembre de 2016

Una vez me vi mendigando recuerdos.
Me vi rebuscando en los cajones, en las estanterías, incluso en las cajas de galletas, la de los zapatos, la de mis paranoias. Me invadió la desesperación. Pude recopilar unos cuantos, pero no eran suficientes y busqué debajo de la cama, en los bolsillos de las chaquetas e incluso dentro de los libros. Apenas encontré alguno más. ¿Dónde estaban mis recuerdos?
Pasó el tiempo y abandoné la búsqueda. Dejé a un lado la ansiedad y opté por esperar.  Tal vez ellos sean los que acudan a mí.

1 comentario:

  1. Los recuerdos siempre están ahí y suelen aparecer cuando uno menos te lo esperas...

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