Mis pasos son lentos. Lo sé. Pero me acompañan los sueños, los creados con cimientos de intenciones. Si bien, el desaliento (la mueca) apareciera con el propósito de frenar mi ritmo, lo ignoraré y continuaré. Así pues, pese a no saber donde está la meta, miraré hacia el horizonte para proseguir mi rumbo: la vida.

martes, 1 de noviembre de 2016


IMPERTÉRRITO.
Ya estaba tardando en encontrar palabra que me sacuda. Me estaba preocupando. Pero llegó como siempre llegan, rompiendo mi lectura. Estaba ensimismada en el relato, en los huecos del libro que te atrapa. Apareció en la página 106, cuando menos la esperaba. Impertérrito. Volvía a leer y saborear su ritmo endiablado. Me cautivó de manera que repetí su música unas cuantas veces más. Que nervio posee a pesar que revela inercia. Mágica palabra.
Imperturbable, que no se intimida por nada.

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