Mis pasos son lentos. Lo sé. Pero me acompañan los sueños, los creados con cimientos de intenciones. Si bien, el desaliento (la mueca) apareciera con el propósito de frenar mi ritmo, lo ignoraré y continuaré. Así pues, pese a no saber donde está la meta, miraré hacia el horizonte para proseguir mi rumbo: la vida.

jueves, 22 de septiembre de 2016

Hoy al otoño lo recibo con el rojo.
Rojo de pasión, de vitalidad, de acción, dicen.
Me acuerdo de aquella creencia popular de “el mal de ojo”. Me despierta la curiosidad e indago y me encuentro por un lado que alguien llamado Joaquín Bastús escribió en 1862 que la palabra griega “envidia” viene de la expresión “aquella que nos mira con mal ojo” y de ahí el mal de ojo… Pero prefiero quedarme con otra que dice que aporta confianza en sí mismo, coraje, valentía y una actitud optimista ante la vida.

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