
(27/10/2019)
Los ojos de Raquel son como dos obsidianas, que miran y observan el mundo, callada. No es tranquila, lo parece, pero es inquieta por dentro. Delgada morena es la niña grande que quiero sin saber muy bien si se lo dije lo suficiente, quizás pueda ahora sin palabras, como a veces hablamos los tímidos. Como cuando chica le dejaba un hibiscus blanco, mi forma de decirle lo mucho que la quería. Otra vez sin palabras.
La niña madre que fui, ahora lo es ella, con Samuel por medio revolotea la ternura, la inocencia bonita.
Un hermoso regalo para endulzar el cuento infantil El volcán Pillo.
Pillo y la gaviota Dorotea vista a través de los ojos de mi hija Raquel.
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