De pronto recuerdas las
distancias de los antiguos caminos. Las rutas de sinuosos desniveles que mis
pies saboreaban. Dejas atrás el tiempo en que los amigos entre risas abrazaban
la alegría. Atrás queda los verdes, los ocres, los azules y blancos. Gama de
colores que mi retina saboreaba como un helado cremoso, casi derretido entre
mis manos.
Cuando reposo, cuando me detengo aparecen esos
relámpagos de imágenes.
Es la nostalgia.
Pero no sería Cande si no remontara, si no flotara
emergente como una frágil pompa de jabón.
Porque a veces se siembra tempestades, pero también a
veces campos de trigo.
Entonces...Pirineos?
Entonces...Pirineos?
No hay comentarios:
Publicar un comentario