Mis pasos son lentos. Lo sé. Pero me acompañan los sueños, los creados con cimientos de intenciones. Si bien, el desaliento (la mueca) apareciera con el propósito de frenar mi ritmo, lo ignoraré y continuaré. Así pues, pese a no saber donde está la meta, miraré hacia el horizonte para proseguir mi rumbo: la vida.

viernes, 22 de junio de 2018


De pronto recuerdas las distancias de los antiguos caminos. Las rutas de sinuosos desniveles que mis pies saboreaban. Dejas atrás el tiempo en que los amigos entre risas abrazaban la alegría. Atrás queda los verdes, los ocres, los azules y blancos. Gama de colores que mi retina saboreaba como un helado cremoso, casi derretido entre mis manos.
Cuando reposo, cuando me detengo aparecen esos relámpagos de imágenes.
Es la nostalgia.
Pero no sería Cande si no remontara, si no flotara emergente como una frágil pompa de jabón.
Porque a veces se siembra tempestades, pero también a veces campos de trigo.
Entonces...Pirineos?

No hay comentarios:

Publicar un comentario