EL BORRADOR OLVIDADO
Fue como un relámpago, como un fogonazo dentro de mí.
¿Has perdido el borrador?
Sí, se me quedó olvidado
en una pequeña repisa de un escaparate. Absurdo; Por fuera de la tienda de
chinos, esa que encuentras de todo y yo, por eso de llevar la contraria
queriendo o sin querer lo extravío. Alguien pasó y se chifló de mi manoseada
carpeta naranja ¿Te lo crees? ¿Quién quiere unos garabatos de líneas? No había
pasado muchos minutos y ya no estaba. Esos capítulos corregidos con inspiración
y éxito, que no creo que recupere espacios tan brillantes otra vez.
Te digo, fue raro el
estado en que me encontré inmediatamente después de recobrar la conciencia de
lo ocurrido.
Imperdonable.
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