Mis pasos son lentos. Lo sé. Pero me acompañan los sueños, los creados con cimientos de intenciones. Si bien, el desaliento (la mueca) apareciera con el propósito de frenar mi ritmo, lo ignoraré y continuaré. Así pues, pese a no saber donde está la meta, miraré hacia el horizonte para proseguir mi rumbo: la vida.

viernes, 12 de enero de 2018

Mirar a otro lado a veces es mi arma para no ver. Pero no siempre estaré de buen humor para aguantar gilipolleces. El caso es que se creen que una es boba. No, lo que ocurre es que evito el enfrentamiento, porque entonces rompería la baraja. 

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