¿Escribir tú?
Repaso los pasos, me
detengo en el tiempo lejano, cuando alguien dijo que era incapaz, que no era
capaz. Paz.
Segundos abrumadores
dieron paso después a ignorar esas palabras. Sonrío.
Tampoco el logro es tan
brillante, apenas ilumina un rincón, pero asoma la pequeña llama revoltosa y
tímida que de seguro alguien admirará. Esperanza.
Las palabras siempre conllevan
sombras alargadas, sinuosas, hasta el punto que se presentan tenebrosas, aunque,
por el contrario, afortunadamente las otras, las bonitas, danzan elegantes y
tiernas dejando entre ver que sí, que tal vez algún día…
Se puede, claro que se
puede dejar atrás la adversidad, arrinconar la falta de fe, o de poco interés, esos ojos malévolos, quien sabe que oculta esa mirada.
No eres lo
suficientemente culta, intelectual, literaria, lo digo por tu bien.
A dónde vas ¿con una novela?
¡Voy a donde yo quiero!
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