Mis pasos son lentos. Lo sé. Pero me acompañan los sueños, los creados con cimientos de intenciones. Si bien, el desaliento (la mueca) apareciera con el propósito de frenar mi ritmo, lo ignoraré y continuaré. Así pues, pese a no saber donde está la meta, miraré hacia el horizonte para proseguir mi rumbo: la vida.

sábado, 20 de julio de 2019


¿Escribir tú?
Repaso los pasos, me detengo en el tiempo lejano, cuando alguien dijo que era incapaz, que no era capaz. Paz.
Segundos abrumadores dieron paso después a ignorar esas palabras. Sonrío.
Tampoco el logro es tan brillante, apenas ilumina un rincón, pero asoma la pequeña llama revoltosa y tímida que de seguro alguien admirará. Esperanza.
Las palabras siempre conllevan sombras alargadas, sinuosas, hasta el punto que se presentan tenebrosas, aunque, por el contrario, afortunadamente las otras, las bonitas, danzan elegantes y tiernas dejando entre ver que sí, que tal vez algún día…
Se puede, claro que se puede dejar atrás la adversidad, arrinconar la falta de fe, o de poco interés, esos ojos malévolos, quien sabe que oculta esa mirada.
No eres lo suficientemente culta, intelectual, literaria, lo digo por tu bien.
A dónde vas ¿con una novela?
¡Voy a donde yo quiero!

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