¡Eh plástico!
No conseguirás
ahogarme. Saldré adelante en este feo lugar que me tocó nacer. Solo tengo que
afianzar las raíces entre las baldosas de cemento; mis hojas desplegarlas
para que puedan ver el sol; ladear mi diminuto tronco lo suficiente para que la
lluvia me moje. Lo que no sabes indeseable y transparente enredadera, es que no
me asfixias, todo lo contrario, me protege del viento.
Y aunque no es tu deseo, seré una hermosa flor.
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