Mis pasos son lentos. Lo sé. Pero me acompañan los sueños, los creados con cimientos de intenciones. Si bien, el desaliento (la mueca) apareciera con el propósito de frenar mi ritmo, lo ignoraré y continuaré. Así pues, pese a no saber donde está la meta, miraré hacia el horizonte para proseguir mi rumbo: la vida.

domingo, 19 de febrero de 2017

Amasijo de historias, paranoias y otras tantas chifladuras conforman mi espacio interior, que no es poco, oye. La última. Mis plantillas. Cuando tomé conciencia de que ellas estaban ahí para que yo fuera Cande y no un despojo, me estremecí. Tremendo, porque llevan conmigo siete espléndidos años. No somos nadie y somos todo, lo que lo separa: unas plantillas.

(Me he hecho otro par por si el destino sea juguetón y me prive de ser normal ante los demás)

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