Mis pasos son lentos. Lo sé. Pero me acompañan los sueños, los creados con cimientos de intenciones. Si bien, el desaliento (la mueca) apareciera con el propósito de frenar mi ritmo, lo ignoraré y continuaré. Así pues, pese a no saber donde está la meta, miraré hacia el horizonte para proseguir mi rumbo: la vida.

miércoles, 26 de diciembre de 2018


Rencor. Resentimiento arraigado y tenaz.
No se aún si soy rencorosa o si lo que soy es olvidadiza.
La duda me surge sin tampoco mayor transcendencia, pero ahí está, erre que erre. El caso es que me ocurre en alguna ocasión que saludo a alguien que ha pasado tiempo sin verle.
−OH! ¿Qué paso?
La mayoría de las veces es correspondida, y es más tarde cuando me viene a la memoria que alguna de aquella persona tuvimos diferencias atrás, en el tiempo. Me gusta saber que no fuera lo suficiente tenaz para mantenerse. Pero otras, no son así. Entonces me digo. Si fuera rencorosa me acordaría, de forma que evitaría la gélida indiferencia. ¿No?
 Pero sigo sin saber la respuesta.

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